La luz ha sido definida de muchas maneras diferentes; “como una parte de la radiación electromagnética”, como “una onda de energía, o como una emisión ondulatoria y corpuscular de fotones, que se comporta como si estuviera hecha de ondas y de materia”. Para nuestros efectos, a nivel práctico, la denominaremos como la cantidad de energía que llega a un punto determinado de un objeto y que nos permite visualizarlo y reconocer sus colores.
La forma en que esta energía se transforma en lo que llamaremos “LUZ”, ha sido durante años un tema apasionante de estudio por parte de científicos muy destacados, los cuales han tratado de explicar cómo nuestros ojos perciben esta energía, y como nuestro cerebro procesa y transforma esa información.
Espectro electromagnético (Nanómetro)
Para entender como nuestro cerebro procesa estos datos, debemos tener claro ¿Cuál es la capacidad que tienen nuestros ojos de ver esta energía?, para ello observa la siguiente imagen.
Lo que puedes observar en la imagen es el denominado “Espectro electromagnético” que abarca las distintas frecuencias de onda que existen y que van desde, los rayos cósmicos, hasta las ondas de radio.
Nuestros ojos solo son capaces de captar una pequeña fracción de estas frecuencias que se encuentran entre la luz ultravioleta y la infrarroja.
La unidad de medida utilizada es el “nanómetro” (nm) y es la unidad de longitud del Sistema Internacional de Unidades (SI), que equivale a una mil millonésima parte de un metro. Toda onda que se encuentre fuera de este rango (400 nm – 700 nm) no puede ser percibida directamente por el ojo humano. Esta pequeña fracción del espectro es la luz que podemos ver sin el uso de equipos especiales.
Teoría del color
Aunque a simple vista esta luz parece no tener color, el famoso físico Isaac Newton en el año 1664 demostró – por medio del uso de un prisma de cristal – que realmente estaba compuesta de varios colores básicos, a saber: rojo, naranja, amarillo, verde, azul y violeta
Hoy en día, gracias a él sabemos, que los colores que vemos en nuestro entorno, son causados por el reflejo de esta luz sobre los objetos.
Este descubrimiento dio origen a lo que hoy se denomina “La Teoría del Color”, la cual explica cómo se forman los colores a partir de la combinación de los mismos.
El motivo por el cual distinguimos o podemos observar los colores, se debe a que los rayos de luz impactan directamente con los objetos y estos son absorbidos o reflejados por el mismo. Este reflejo es el que nos permite contemplar su color.
Como puedes observar, cuando la luz choca, por ejemplo, con un objeto de color azul, la luz que se refleja y llega a nuestros ojos, es solo el color azul, los demás son absorbidos por la superficie. Igual sucede cuando el objeto es rojo, solamente refleja ese color.
Si el objeto es blanco, reflejará todos los colores de la luz, pero si es negro, no reflejará ninguno. De esto hablaremos más adelante.
Síntesis aditiva y Síntesis sustractiva
En la actualidad existen dos teorías relacionadas con el color, que son “La síntesis aditiva” y “La síntesis sustractiva”.
La Síntesis aditiva es la que se aplica en temas de iluminación y arte, e indica que los colores se obtienen mediante la combinación entre ellos, y básicamente destaca que existen (3) tres colores principales o primarios, que son el rojo, el verde y el azul —que en iluminación se conocen como RGB – red / green / blue – por sus iniciales en inglés. Es a partir de estos que se puede obtener el resto de los colores.
Estos colores primarios al ser combinados entre sí, generan nuevos colores o “colores aditivos secundarios” que son el Cian (Azul y verde), el Magenta (Azul y Rojo) y el Amarillo (Rojo y Verde), y al combinarlos juntos se obtiene el color blanco. (Rojo, Verde y Azul)
La Síntesis Sustractiva indica que, si se combinan los tres colores aditivos secundarios, (Cian, Magenta y Amarillo) el resultado será el color negro.
Pero se preguntarán, ¿Por qué entonces incluyen un cartucho de tinta negra, si la combinación de los colores Cian, Magenta y Amarillo puede crearlo?
Y la respuesta se debe a que, aunque la combinación de los tres colores origina el color negro, este no es totalmente puro, lo que obliga a que las empresas fabricantes deban incorporar un cartucho adicional de este color para darle la intensidad y calidad que requieren.
Iluminación LED: Un paso más!
En el caso de la iluminación, gracias a la teoría del color, hoy podemos contar con equipos y productos que nos permiten crear distintos ambientes y jugar con las emociones y los sentidos.
Cuando utilizamos productos que nos permiten cambiar el color, podemos transformar a nuestro gusto cualquier ambiente, es por ellos que el uso de colores y su combinación con otros dispositivos como por ejemplo la música, se ha vuelto tan popular entre los jóvenes y tan necesario en algunos tipos de terapia y espacios de relajación.
Entre los productos más comunes que podemos encontrar hoy día están las tiras de led, bombillas, proyectores, lámparas solares, luces de piscinas y hasta plafones y altavoces que nos permiten jugar con los sentidos.
La tecnología dentro del área de la iluminación ha dado pasos agigantados durante los últimos 15 años, y es por ello que hoy tenemos a nuestra disposición productos de última generación que nos permiten controlarlos de manera sencilla y darle aplicaciones que hace unos años era imposible pensar.
Adicional a su versatilidad en el control, los productos son mucho más seguros y amigables con el medio ambiente, pero, de su buen uso dependen los resultados. Una utilización inadecuada puede crear graves problemas, por lo que siempre se recomienda consultar a un experto.
Cuando vamos a realizar un proyecto o intervenir cualquier espacio, no creamos en la luz “solo” como un complemento dentro de una instalación eléctrica, sino que debemos verla como una pieza fundamental que nos permitirá crear sensaciones, ambientes y seguridad a los usuarios o personas que habitan o desarrollan sus actividades en ellos.
La tendencia actual es la miniaturización y el aumento de la eficacia de los productos, por lo cual en los próximos años nos encontraremos con lámparas y productos más pequeños y con un gran aporte lumínico a los espacios, además de un incremento en la facilidad de control y conexión con sistemas inteligentes que nos facilitarán en gran medida la vida y el disfrute de cada ambiente creado.
