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Qué es la eficiencia energética y cómo mejorarla

Tabla de contenidos

Qué es la eficiencia energética

Con el precio de la electricidad por las nubes, todo lo que sea pensar en ahorrar en la factura de los suministros básicos a final de mes es bienvenido en los hogares. Hoy te contamos qué es la eficiencia energética, incidiendo en dos aspectos muy importantes, el del ahorro económico, pero también el de la sostenibilidad, relacionando así eficiencia energética y medio ambiente.

Qué es la eficiencia energética

La eficiencia energética es el uso inteligente y optimizado de las fuentes de energía para alcanzar un nivel suficiente de confort e incluyendo en esta ecuación el parámetro del precio a pagar por estos servicios.

El objetivo es ajustar las necesidades reales de consumo de los ciudadanos, hablamos en este caso de ambientes domésticos, para ahorrar energía evitando pérdidas en el proceso y con ellas, cuantía monetaria.

En términos estadísticos, un hogar es eficiente desde el punto de vista energético cuando tiene un consumo de energía inferior a la media. En la actualidad, la eficiencia está muy ligada al consumo racional de recursos y a las fuentes de energía renovables, que son las que deben sustituir a los combustibles fósiles.

La Norma ISO 50001 es el principal estándar a nivel internacional para medir la eficiencia energética. Junto a esta aparecen otros como IPMVP. Los dos están pensados para aplicaciones industriales o empresariales. Si acudimos a los hogares, la mejor señal de que una vivienda es eficiente es porque hace uso de electrodomésticos, equipos e instalaciones con un consumo bajo y porque aprovecha las condiciones bioclimáticas disponibles.

Claves para mejorar la eficiencia energética en tu hogar

A mayor eficiencia energética, menor desperdicio de recursos. Pero para lograr un nivel alto en esta cuestión es necesario acudir a una serie de prácticas y hábitos en casa. Algunas acciones requieren de cambios estructurales, son de gran calado, pero otras sí están al alcance de cualquier ciudadano.

Mejorar el aislamiento para aumentar la eficiencia

Una vivienda que no esté bien aislada puede perder hasta el 65 % de la energía que recibe en forma de luz y calor. Las fugas de calor, y, por tanto, también la entrada de temperaturas más frías desde el exterior, se deben a un mal estado en las ventanas, los suelos, los muros y el tejado. Con pequeñas modificaciones en estas superficies y elementos se puede ahorrar en el consumo eléctrico.

Utilizar electrodomésticos con etiqueta energética alta

La segunda fórmula para optimizar el consumo energético y de recursos en el hogar es acudir a electrodomésticos que tengan un etiquetado energético alto. La señala cómo hace uso de la energía un determinado aparato eléctrico. Los que están entre A y A , consumen menor cantidad de energía durante su funcionamiento.

Iluminación natural y artificial con LED

Es importantísimo priorizar el uso de iluminación natural en la vivienda, porque así se reduce el número de horas que hay que tener las luces encendidas en casa. Cuando esto no sea posible, porque ya cae la tarde y se ha puesto el sol, lo ideal sería acudir a luminarias LED, que son las más eficientes.

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A su vez, se pueden colocar lámparas y luces según cada estancia, dejando para las menos transitadas opciones tipo luces con detectores de presencia. En las zonas de exterior, las bombillas solares son otra apuesta interesante.

¿Cómo usar los sistemas de climatización?

La calefacción en invierno y el aire acondicionado en verano son compañeros imprescindibles en los hogares en buena parte de España. Su uso conlleva un mayor desembolso económico cuando toca pagar la factura eléctrica, pero siguiendo algunos consejos se potencia el ahorro.

En este sentido, es fundamental mantener el calor o el frío que se genera en la vivienda, dependiendo de si es invierno o verano. Las ventanas no pueden quedarse abiertas en verano cuando está el aire acondicionado funcionando. En invierno sucede lo mismo con la calefacción.

El IDAE, Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía, que depende del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, explica en sus guías sobre bienestar térmico que la temperatura interior en los hogares durante el invierno no debe ser inferior a 21 grados, pero tampoco muy superior. Para el verano, la horquilla se sitúa entre los 23 y los 26 grados centígrados.

Eficiencia energética y en el consumo de agua

Si bien nos estamos centrando en el concepto de energía y eficiencia energética, con el resto de recursos naturales que se consumen en el hogar también opera la misma dinámica. El agua es el mejor ejemplo de ello. Además, su uso va muy ligado al de la electricidad en electrodomésticos como la lavadora o el lavavajillas.

Las soluciones pasan por actos tan sencillos como no mantener los grifos más tiempo abiertos de lo estrictamente necesario, usar una cisterna de doble carga, completar al máximo la capacidad de llenado de los electrodomésticos e incluso habilitar sistemas para recuperar el agua de lluvia como agua gris.

La pregunta qué es la eficiencia energética es importante porque esconde algo más que una simple definición. El objetivo tras conocer el concepto es poner en marcha soluciones para que la vivienda sea más confortable y eso vaya de la mano de un menor consumo, para que la afección al bolsillo y al medio ambiente sea lo menos severa posible.

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