Iluminación Colegios y áreas de estudio.

Tal y como lo expresa Saludalia^[1] en su artículo “Principales efectos de la mala iluminación en la salud”, Una mala iluminación puede suponer dolor e inflamación de los párpados y a la larga puede acarrear una gran fatiga visual. Asimismo, si no contamos con la luz adecuada podemos llegar a sentir mucha pesadez en los ojos, no dejar de lagrimear, sentir como nuestros ojos se irritan y se enrojecen e incluso percibir nuestra visión como totalmente alterada con lo que resulta fundamental contar con las fuentes adecuadas de luz.

Entre los principales problemas, destaca este artículo se encuentran:

Dolores de cabeza

La baja calidad de la iluminación además de ser un problema para nuestra visión, también afecta directamente a nuestro estado de salud pudiendo llegar a producirnos fuertes dolores de cabeza, también conocidos como cefalalgias.

En algunos casos en los que las personas no saben por qué tienen estos dolores de cabeza repentinos los médicos suelen diagnosticar una falta de luz e iluminación como causantes de estos problemas de cabeza.

Cansancio y fatiga crónica

Por sorprendente que te parezca una mala iluminación puede llegar a ser tan nociva para tu salud que incluso puede producirte agotamiento y falta de energía. Es fácil detectar cuando la falta de iluminación o una iluminación poco adecuada nos roba las energías porque este tipo de problema suele afectar a las personas que se levantan vitales y llenas de energía, pero sin querer la van perdiendo por el camino.

Falta de concentración

Este problema es importante para el tema que estamos analizando en esta entrada, ya que como indica el artículo, “… con una iluminación deficiente resulta mucho más complicado el concentrarse con lo que sin duda tu productividad, tanto a nivel laboral como a nivel de estudios o personal, será bastante más baja. Si no tienes una iluminación adecuada es muy probable que te cueste muchísimo concentrarte y mantener la atención en una tarea concreta.”

Depresión y ansiedad

Una mala iluminación extendida en el tiempo puede convertirse en fuente de depresiones, ansiedades y ánimo bajo. Si no cuentas con la luz adecuada no podrás trabajar o estudiar bien y sin duda esto, a la larga, hará caer mucho tus ánimos.

Pasado y presente de la iluminación en los colegios.

Como afirma la empresa Trilux, “los requisitos de iluminación en las aulas han aumentado en los últimos años: ya no basta con que la iluminación proporcione luminosidad, también debe propiciar un ambiente óptimo para el aprendizaje y la enseñanza”.

¿Es posible que la conducta de los niños y las niñas tenga que ver con la iluminación que hay dentro del salón de clases?

El artículo destaca que en la actualidad existen muchas teorías sobre las razones por las cuales los niños son inquietos dentro de los salones de clases, algunas de ellas se relacionan con diagnósticos médicos, el tipo de alimentación que llevan, la falta de educación y libertad corporal, la soledad a la que están expuestos, entre muchas otras. La lista y las investigaciones siguen, pero muy poca es la información y el interés hacia la arquitectura y el ambiente físico del salón de clases y sobre cómo esto influye en el carácter y bienestar de los y las estudiantes.

La arquitectura de las escuelas está estratégicamente pensada y diseñada como un centro penitenciario, con la finalidad de poder vigilar y controlar a los educandos. ¿Qué pasa entonces con la iluminación? ¿Se piensa y analiza con el mismo cuidado? ¿O solo se trata de poner una lámpara sobre las mesas? ¿Se piensa en las repercusiones que puede tener en los niños y las niñas? En pleno siglo XXI pareciera que las escuelas cuentan con la misma iluminación que tenían en sus inicios. Si los planes, programas, estrategias y la pedagogía cambian, ¿por qué no lo hace también la infraestructura?

En la actualidad, a pesar de todo lo que ya conocemos de la influencia y los beneficios de una buena iluminación, se sigue utilizando el mismo criterio para iluminar los salones de clase.

Normativa que regula la iluminación de estos espacios.

Aunque las cosas se han seguido haciendo en muchos casos, como en el siglo pasado, no es por falta de normativa. Los países siempre se encuentran actualizando sus normativas de iluminación y las ajustan a los avances tecnológicos y descubrimientos científicos que permiten una mejor calidad de vida, salud y seguridad de las personas dentro de los espacios que frecuentan.

Es por ello que, en el caso de España, existe el “Código Técnico de la edificación”. Que es el marco normativo que establece las exigencias básicas de calidad que deben cumplir los edificios en relación con los requisitos básicos de seguridad y habitabilidad establecidos en la Ley 38/1999 de 5 de noviembre, de Ordenación de la Edificación (LOE).

Desde la incorporación en el 2002 por parte de la Unión Europea de una directiva relativa a la eficiencia energética de los edificios, creando para la iluminación de éstos la norma UNE-EN 12464.1, la premisa de la iluminación de un establecimiento educativo es:

“debe proporcionar a los alumnos y profesores un ambiente agradable y estimulante, que evite el esfuerzo visual y reduzca el cansancio, así como los dolores de cabeza producidos por una iluminación inadecuada.”

La normativa asegura tanto a los alumnos como a los profesores un ambiente agradable y estimulante, que favorezca el aprendizaje, evite el esfuerzo visual y reduzca el cansancio.

Para conseguir esto, se establecen diferentes parámetros:

1. Control de deslumbramiento: Se debe utilizar la métrica UGR para medir el deslumbramiento tanto de una luminaria, como de los materiales existentes en un espacio. Este deberá ser igual o inferior a 19 de una escala del 10 (sin deslumbramiento) al 30. Por ejemplo, el valor 19 no es necesario en pasillos, escaleras o almacenes.
2. Para el color de la luz en colegios, aulas o institutos, así como la reproducción cromática de color -IRC- se debe tener en cuenta según la actividad que se vaya a desarrollar, por ejemplo, en un taller de dibujo y pintura, el valor cromático deberá situarse por encima de 80 en una tabla del 0 al 100, ya que debe existir una reproducción perfecta de los colores.
3. La Uniformidad. Este concepto se refiere al equilibrio entre la iluminación de cada uno de los espacios, es decir, un aula o sala con significativas diferenciasen iluminación, penalizaría las mesas de algunos alumnos por falta de luz y a la vez a otros por exceso. En el caso de un aula estándar, esta uniformidad debe ser siempre mayor o igual a 0,60. Pero, en el caso de talleres de dibujo, el valor es más exigente, situándose en 0,70. La uniformidad ideal es igual a 1.
4. Pensar primero en la luz natural. En este caso lo que debe cuidarse es evitar los deslumbramientos y la luz molesta, lo cual también puede ser muy perjudicial. El uso de persianas, vidrios con protección UV entre otros, son opciones muy usadas, junto con sistemas de control o luminarias especiales.
5. Cantidad de luz según la actividad. Esta cantidad de luz se mide en luxes, y se hace por medio de un equipo llamado Luxómetro. Este parámetro se obtiene al medir sobre la superficie de trabajo, la cual está comúnmente a una altura de 80 cm de altura del suelo. Los parámetros recomendados en este caso son:
   1. 300 lx.: aulas de tutoría, prácticas de música, salas de deportes, prácticas de informática.
   2. 500 lx.: salas de lectura, aulas de preparación y talleres, mesas de demostraciones.
   3. 750 lx.: Aulas de arte en escuelas de arte, aulas de dibujo técnico.
   4. Áreas de circulación, pasillos, escaleras, las iluminancias se sitúan en entre 100 y 200 lx.

Lo recomendable en estos casos, es siempre contar con el apoyo de profesionales en diseño de iluminación, con el fin de cumplir con los parámetros exigidos por la norma. Todo ello es para el bien y protección de los principales recursos de un país y quienes lo hacen posible.

En nuestras manos está cuidar y proteger su salud